Quien corta esta hemorragia ?

En 1945, cuando empezó el fallido intento de hacer la Justicia Social, la Argentina producía mas que España y Brasil.
Para los modestísimos logros de justicia social que se alcanzaron, los costos fueron enormísimos.
Se volcó al pais en la olla del autoritarismo, el odio de clases, el olvido de la ley y el orden, el clientelismo político, la partidocracia y la antidemocracia, la corrupción gremial y de la otra, la inflación desbocada, el fraude jubilatorio, el capitalismo de Estado ineficiente y corrupto, y toda la batería de leyes y de medidas de gobierno que quebraron varias veces al pais y lo sacaron de la via rápida de progreso por la que habia transitado desde 1880.
Hacia falta justicia social, sin duda, pero no por estos medios y menos a estos costos.
Las ideas de los años 40 ya no son viables pero nadie lo dice y nadie lo ve.
En el camino quedaron las extraordinarias perspectivas de una nación con recursos naturales y humanos mas que suficientes para lograr un desarrollo armónico en poco tiempo y todos los paises que la seguían a la distancia la fueron alcanzando hasta que hoy, terminando ya la primera década del siglo XXI, la van pasando como si estuviera detenida.

Y lo está:
Lo único que creció sin parar fue la pobreza, los asesinatos crueles y a sangre fria entre argentinos, las víctimas inocentes desarmadas, los asesinos sacados hiperarmados y a la vista de los gobernantes. Nadie ignora de qué cuevas vienen y a las que vuelven después de derramar la sangre de hermanos por monedas.
Los paises exitosos ven a la Argentina como un pais frustrado, y ni la visitan porque la ven en otra cosa: sus presidentes peregrinan a Caracas mucho mas que a las capitales donde se decide el futuro del mundo y se coordinan planes que sacan a las mayorias de la pobreza.
También se fueron frustrando muchas posibilidades y muchas mas oportunidades, que otros aprovecharon porque no están inmersos en este dilema: alli no hay que pasar por gremialistas corruptos para coordinar una política de inversiones.
Ni por "organizaciones sociales" para vivir en orden y en paz.
Ni por "punteros" para combatir a la delincuencia en las villas.
Alguien tiene que parar esta hemorragia.
Pero los que atrajeron el 72% de los votos están mas entretenidos en ubicarse en la grilla que en coordinar un plan para parar la perdida de sangre, que todos los dias sigue corriendo sin cesar, y al rio ya llegó hace mucho.

Imágen: Mussolini, el dictador que gobernaba Italia cuando Juan Perón hizo un curso militar y vió el manejo de masas en la Piazza del Popolo de Roma, que copió al pié de la letra en la Argentina.